“Las limitaciones no están en el género, sino en no intentarlo”

Mary Retana, gerente de Manufactura en Maquinsa.

Mary Retana | Gerente de Manufactura en Maquinsa

Incursionó en el mundo de la manufactura en 2017, después de concluir sus estudios. Desde los 12 años, y viviendo en el entorno de una empresa familiar, se sintió atraída por la eléctrica, electrónica y el dibujo. Desde entonces tuvo claro que quería prepararse para ser ingeniera o dar clases de matemáticas.

Estudió en una secundaría local y allí aplicó para el taller de electricidad, pero, desafortunadamente se cerró el taller en ese periodo, y tuvo que cambiar a dibujo técnico. La preparatoria la cursó en el “Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios 145”, en la carrera técnica de Electromecánica en San Juan del Río Querétaro y, finalmente, la ingeniería la realizó en el Instituto Politécnico Nacional “IPN”, en la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas “UPIITA” en la Ciudad de México, como Ingeniera en Mecatrónica.

Actualmente es responsable de compras, almacén de herramientas y del proceso de galvanizado electrolítico en Maquinsa (Maquinados Ingeniería y Construcción, S.A.), ubicada en San Juan del Río, Querétaro, una empresa metalmecánica que se dedica a la fabricación de números de parte para el sector eléctrico e industria en general.

En la parte de compras, abastecen materias primas, servicios, consumibles, maquinaria y equipo de medición. También realizan evaluaciones y negociaciones con proveedores, buscando siempre tener una relación de negocio sana y largo plazo.

En cuanto a las herramientas, se encarga de llevar los registros y vida útil de cada una de ellas, así como el mantenimiento y el abastecimiento de estas conforme al plan de fabricación. Para la parte del galvanizado, que es un nuevo proceso para la empresa, trabaja de la mano con un cliente del sector automotriz que está desarrollándolos como proveedores de sus números de parte.

Hace dos años eran solo dos mujeres en la cuartilla, una de lleno en la parte administrativa, y ella en compras y herramientas. Hoy son cuatro mujeres con habilidades, conocimientos en herramientas y materiales, que se han apoyado para que el trabajo fluya de manera oportuna y ordenada.

Al preguntarle cómo se ve en algunos años, siendo mamá y ejerciendo su profesión al tiempo, Mary acepta que es complicado hablar de este tema, “ya que este mundo de la industria manufacturera es muy absorbente”.

Comparte que el inicio de su carrera profesional fue complicado ya que, por ser una empresa familiar, su reto era aún mayor: “tenía que sobresalir en mi trabajo, ganarme el respeto de mis compañeros por mi trabajo y aportaciones y no por ser familia del propietario”. Hoy, después de dos años, ha logrado preparar a personas que la apoyen en el almacén y en abastecimientos.

Para finalizar, invita a otras mujeres a prepararse, a aprender y a ser disciplinadas. “No es un trabajo sencillo, ni que te permita estar en tacones, pero es un trabajo que te permite desarrollarte profesionalmente, conocer visiones, personas y talentos diferentes que hacen que tu criterio crezca. Las limitantes las ponemos cuando no lo intentamos, así seas hombre o mujer”.

Ester Codina, directora de Sandvik Coromant en México.

Ester Codina | Directora General en Sandvik México

Comenzó su camino en la manufactura en 2003 cuando inició a trabajar con el grupo Sandvik. Tiene dos carreras: una licenciatura en Ciencias Políticas y de la Administración y otra diplomatura en Ciencias Empresariales. Estudió en Barcelona Ciencias Políticas, por la Universidad Autónoma de Barcelona; y Empresariales, por la Universidad Oberta de Catalunya.

Desde que se vinculó al mundo laboral, Ester a manejado su rol de madre y profesional “sin más complejidad ni dificultad que la que tiene un hombre”. Al final, comenta, la responsabilidad de los hijos es compartida y, por tanto, los dos en la pareja deben contribuir con tiempo y con dinero.

Recuerda una ocasión en la que estaba en una junta con uno de los presidentes de Sandvik y sus antiguos sucesores. Uno de ellos le pidió que le sirviese café, cosa que la dejó paralizada. “Lo bueno es que el presidente actual se levantó y le trajo el café. De manera que no necesité negarme, y el presidente le dio una lección a uno de los participantes”, comparte.

Además de esta situación particular, Ester tiene la fortuna de trabajar en una compañía muy avanzada en los temas de género y en la que no se permite ningún tipo de discriminación.

Considera que sus aportes a la manufactura no provienen de su género si no de su persona y de su experiencia profesional.

En general, cree que lo que hace falta son políticas de conciliación de la vida laboral con la vida personal. “En Suecia, un hombre toma baja de paternidad y se va aproximadamente seis meses. Por tanto, a Sandvik o cualquier empresa del país le da igual contratar un hombre o una mujer porque los dos en algún momento van a poner un break en sus carreras para concentrarse en su familia. Al estado le interesa, porque al final no pierde a ese contribuidor/a en la seguridad social”, indica.

Para cualquier mujer interesada en vincularse en esta industria, Ester tiene solo un consejo: hacer lo que les apasiona. “Esta industria es muy bonita porque, al final, trabajamos para hacer cosas. Es excepcional para mí pensar que lo que hacemos en Sandvik al final contribuye en poner un avión en el aire o un coche en circulación. Les diría, que, aunque la industria aún este dominada por hombres, yo nunca me he sentido en minoría, siempre me he sentido parte de y muy respetada por todo el mundo”.

Dolores Ledesma, coordinadora de ventas en Kaplun.

Dolores Ledesma | Coordinadora de Ventas en Kaplun

Dolores se vinculó profesionalmente a la manufactura desde hace seis años; sin embargo, desde la preparatoria su meta fue prepararse para la industria.

Quería hacer algo en lo que no hiciera lo mismo siempre. Desde niña, para ella era fascinante descubrir cómo funcionan los motores, las lavadoras, los refrigeradores, etc.  También le gustaba escuchar a su hermana Martha (también ingeniera) cuando llegaba del trabajo a platicar de los procesos que realizaba en su trabajo.

En la preparatoria estudió electromecánica en un Cecyte de Guanajuato, la única mujer en un grupo de 18 personas. Después ingresó a la carrera de Ingeniería en Procesos y Operaciones Industriales en la Universidad Tecnológica de Querétaro y, por último, realizó la Maestría en Calidad y Productividad en el Colegio de Estudios Superiores de El Bajío.

En Kapco Moldes desempeña dos roles. El primero, como Coordinadora de Ventas, encargada de generar las ofertas económicas de moldes y componentes industriales que se fabrican allí.

Su segundo rol es como Coordinador del Sistema de Gestión de Calidad, donde es responsable de la implementación y seguimiento del Sistema de Gestión de Calidad.

Al recordar algunas de sus experiencias en estos seis años de trabajo comparte que en alguna ocasión recibieron la visita de un cliente a la planta y, normalmente, era el jefe quien los recibía y les explicaba los procesos. “Pero él estaba de vacaciones, entonces, yo valientemente los recibí. Me empezaron a hacer preguntas sobre el funcionamiento de los moldes y yo no tenía ni idea de lo que me hablaban porque yo sabía solo nuestros procesos de fabricación, pero del funcionamiento nada. Me dio tanta pena de que se dieran cuenta de mi falta de preparación que me puse a estudiar para que jamás me pasara lo mismo”.

Sobre otras dificultades que ha enfrentado en este trayecto, Dolores comparte con humor que tiene dos defectos: el primero ser joven y, el segundo, ser mujer. “Y tal vez no es intencional, sino más bien una costumbre cultural, pero piensan (o al menos es lo que yo percibo) que no entiendo las cosas o que no tengo la visión mecánica que podría tener un hombre”.

De su trabajo, a Dolores la apasiona ver hacer realidad en un producto tangible (lo que  visualizó durante el proceso de cotización), dar soluciones creativas a los problemas que se van presentando y, por último, ver cómo al paso del tiempo logran que nuestros procesos mejoren.