Estrategia de sustentabilidad de Ceratizit.
Crédito: Ceratizit
Ceratizit presentó su estrategia de sostenibilidad que, según sus propias palabras, afectará y cambiará toda la cadena de suministro.
Para ser una empresa sustentable, Ceratizit evaluará toda la cadena de valor con respecto a los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), al tiempo que incluirá la cooperación de los socios de la compañía.
La compañía se centra inicialmente en tres niveles para reducir rápida y significativamente su propia huella de carbono. Planea aumentar su uso de materias primas secundarias a más del 95 %. En comparación con las materias primarias del mineral, se dice que este procesamiento requiere un 70 % menos de energía y reduce las emisiones de CO2 en un 40 %.
Un efecto secundario positivo es la protección de la cadena de suministro para materias primas, de modo que tanto los clientes como Ceratizit se benefician dos veces.
Otro enfoque está en la fuente de alimentación energética. Ceratizit planea cambiar la fuente de alimentación de todas sus instalaciones en los próximos años, migrando hacia electricidad verde de energía eólica, solar y agua.
Estrechamente relacionado con el cambio en el suministro de energía está el suministro de hidrógeno. El hidrógeno se usa como medio de producción en la industria de metales duros, especialmente para la producción de polvo de tungsteno.
Hasta ahora, el hidrógeno se ha obtenido principalmente del gas natural mediante la reforma de vapor, denominado hidrógeno “gris”. Ceratizit planea usar hidrógeno “azul”, que se produce a partir de agua mediante electrólisis con electricidad verde. Para este propósito, Ceratizit cooperará con sus proveedores existentes y también construirá sus propias plantas de electrólisis.
El primer plazo en la implementación de la nueva estrategia es 2025, año en el que Ceratizit prevé no solo ser CO2 neutral, para compensar todas las emisiones a lo largo de toda la cadena de suministro, sino también reducir las emisiones reales en un 35 % en comparación con el año de referencia 2020.
La segunda etapa, 2030, prevé una reducción del 6 0% en comparación con 2020, con la ayuda de nuevas medidas.
La compañía dice que su objetivo más ambicioso, sin embargo, es el logro de emisiones netas cero para 2040, un objetivo esperado por el acuerdo climático de París para 2050.
“Reducir las emisiones de CO2 a lo largo de toda la cadena de valor en al menos un 75% para 2040 es sin duda un desafío. Sin embargo, con miras a las generaciones futuras, no vemos ninguna alternativa a este camino y nos complace también permitir que nuestros clientes participen en esto a través de productos como nuestras barras de Greencarbide y nuestro galardonado Silverline Milling con fórmula de sostenibilidad, así como a través de una amplia gama de servicios”, manifestó Wolter.
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