Aplicaciones de aceites industriales reciclados y regenerados para el sector metalmecánico

Fernando Meza, director general de US Technologies, explica que una de las principales preocupaciones en los talleres del sector metalmecánico es encontrar un aceite industrial que cuente con la lubricidad idónea para el funcionamiento adecuado de las máquinas.

“Además, en el acabado de las piezas uno de los factores más importantes es el lubricante. El acabado de las piezas con un buen lubricante puede ser más fino, menos rugoso y eso puede dar más valor a lo que se está mecanizando”, añade Meza.

Agrega que otro aspecto clave para la pieza que se está mecanizando es el tema de la corrosión: “Por muy buen acabado que tenga la pieza, si se empieza a manchar, a través del tiempo va a demeritar todo el esfuerzo del mecanizado”.

Asimismo, el directivo señala que la condensación del aceite en el taller es otra situación que se debe considerar: “Muchas veces hay demasiados residuos volátiles, que son aceite con agua. Puedes ver como en los techos de los talleres se ve la oxidación, se ve la condensación. Con el agua no hay problema, pero con el aceite sí. Entonces, el personal en el taller puede estar en un ambiente donde están respirando hidrocarburos que son muy dañinos y, desafortunadamente, la gente muchas veces ya se ha acostumbrado a esto. Es un ambiente poco propicio para el personal y para el desarrollo normal de un trabajo”.

Meza refiere que todos los anteriores elementos son clave en cuanto al uso de aceites industriales que deben considerar los talleres metalmecánicos. Añade que en México el uso de aceites industriales regenerados y reciclados es una alternativa que brinda beneficios económicos, ecológicos y de desempeño del producto.

Aceites regenerados y reciclados como alternativa

¿A qué nos referimos con aceites regenerados y aceites reciclados? Meza explica que los aceites regenerados son aquellos a los que se le quitan las impurezas y se vuelven a restaurar con especificaciones como si fueran nuevos. Se les agregan aditivos, se ajusta la viscosidad y se clarifican.

En el caso de los reciclados, Meza detalla que este concepto aplica cuando al aceite se le quitan las impurezas y el agua por medio de una destilación o una filtración.

“Nosotros tomamos una muestra del aceite sucio y del aceite nuevo que utiliza la empresa que requiere nuestros servicios. Entonces, aquí en el laboratorio hacemos el proceso simulando, es decir, lo que vamos a hacer en planta. Revisamos que el aceite nuevo cuadre con la especificación que ofrece el proveedor y procesamos el aceite sucio para igualarlo con el aceite nuevo”, explica Meza.

Agregó que con el aceite que procesan no solo buscan igualar las propiedades que marca el proveedor, sino también anexan aditivos o especificaciones puntuales que busca el cliente, como puede ser lubricidad. El directivo puntualiza que se trata de un “traje a la medida”.

Ya de regreso con el cliente, comenta el directivo, se le entregan dos muestras, la del aceite regenerado y la del nuevo.

“El cliente revisa ambas muestras con un laboratorio externo y compara si lo que hicimos funciona o no. Entonces, si el cliente me dice que está de acuerdo con las cotizaciones, lo que hacemos es ir recoger el aceite, lo traemos a nuestras instalaciones y lo procesamos acorde con la muestra que le ofrecimos. Es importante decir que nosotros contamos con los permisos para manejo de residuos peligrosos”, señala.

Meza indica que en México el principal factor para el uso de aceites reciclados y regenerados es el precio, en lugar del cuidado del ambiente: “Con el comprador no hay problema por el tema del precio; pero a la gente de planta si hay demostrarles que los aceites reciclados y regenerados tienen el desempeño y que las máquinas o el proceso no van a tener afectación”.

El proceso

De acuerdo con Jorge Ortega, analista de laboratorio de US Technologies, el análisis inicia con la muestra de aceite que se recibe: “Se hace mediante un espectrofotómetro de emisión atómica que nos revela los elementos presentes en el aceite. Esos elementos van a ser elementos de desgaste, contaminantes y de aditivos, generalmente”.

El equipo, añade Ortega, revela 24 elementos y a partir de esa información y con una línea base –es decir un aceite nuevo–, pueden determinar si los aditivos se están consumiendo.

“En ese punto es donde nosotros podemos hacer la comparativa y poder dar un informe más certero. Ese resultado de los elementos va de la mano con el Código de Limpieza ISO 4406 que nos dice que tan limpio está el aceite”, indicó Ortega.

Refirió que el equipo también hace una clasificación en el mecanismo de desgaste por corte, deslizamiento severo y fatiga, y mediante una cámara interna hace el análisis del tipo de partícula que está pasando.

“Los metales y el código de limpieza se complementan con el análisis de la viscosidad y el de infrarrojo. El análisis de viscosidad nos dice si los aditivos se están consumiendo, aunque la viscosidad del aceite puede variar”, comentó.

Por su parte, el análisis infrarrojo brinda valores de contenido de agua, acidez y oxidación, generalmente.

Ortega puntualiza que mediante el análisis de aceite industrial pueden identificar si existen un fallo interno en los componentes de una máquina.

“El análisis determina si la maquinaria está fallando o no, o si el aceite simplemente se está degradando y, para evitar que se llegue a un desgaste mayor, se hacen las recomendaciones pertinentes”, indicó Ortega.

Explicó que es más común que el aceite se degrade, porque las máquinas operan durante intervalos muy amplios de tiempo y posiblemente los aditivos ya se estén consumiendo.

El sector metalmecánico

“El sector metalmecánico en México tuvo un despegue tremendo con el Tratado de Libre Comercio. Hay muchas empresas pequeñas que tienen tornos, que tienen talleres y que tienen los permisos o las certificaciones para vender a las armadoras, o los Tier 1 o Tier 2. Es un sector con un futuro relevante”, indicó Fernando Meza.

El entrevistado indicó que una de las principales industrias que atienden es la forja y refiere que algunos de sus clientes ahorran más o menos un dólar por cada este litro que reciclan.

“Son empresas que consumen hasta 80 toneladas por mes y con algunas llevamos trabajando cerca de 10 años. En lugar de estar tirando el aceite a confinamientos lo están reviviendo. El desempeño que obtenemos es el mismo desempeño como si fueran aceites nuevos”, agregó Meza.

Añade que además de aceites de forja trabajan aceites de corte directo, aceites hidráulicos, aceites de engranes y aceites de temple.

“Es importante aclarar que no compramos aceite gastado para venderlo, sino que es el aceite propio de cada empresa”, indicó.

Explicó que los aceites se pueden reciclar “n” cantidad de veces, aunque los aceites de forja si tienen un límite debido a la temperatura que alcanzan.