Clústeres industriales en México, vinculación y colaboración para el desarrollo regional

Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN), refirió que hoy más que nunca se requiere integrar una política industrial integral con el fin de no perder competitividad y lograr una reactivación económica efectiva en el país.

El directivo señaló que es clave apostar por una unión entre la academia y los sectores privado y público, con el fin de establecer una cadena que permita discutir y evaluar políticas públicas, intercambio de información y esquemas de capacitación en temas sectoriales.

En este sentido y en un escenario de recuperación, riesgos y desafíos, los clústeres industriales tienen un papel clave para atender las necesidades regionales y, al mismo tiempo, aprovechar las oportunidades que se vislumbran para México.

El contexto nacional

Hasta el primer trimestre de 2021, todas las regiones de México exhibieron una desaceleración en su ritmo de recuperación, en un contexto en el que el recrudecimiento de la pandemia afectó a las cuatro zonas: Norte, Centro Norte, Centro y Sur. Sin embargo, se estima que el norte y las regiones centrales avanzaron en su recuperación a un ritmo más lento que el sur durante dicho trimestre, refiere el “Reporte sobre las economías regionales enero-marzo 2021”, realizado por el Banco de México (Banxico).

Lo anterior se explica, detalla el documento, en buena medida, por el impacto diferenciado de los choques que se presentaron en ese trimestre y que afectaron fundamentalmente a las manufacturas del norte y de las regiones centrales.

“Durante el trimestre enero-marzo la actividad manufacturera en su conjunto disminuyó respecto al último trimestre de 2020 por algunas afectaciones derivadas de la escasez de diversos insumos en la industria automotriz y las disrupciones temporales que varias industrias enfrentaron a mediados de febrero por las interrupciones en la provisión de electricidad y la reducción del suministro de gas natural por la tormenta invernal en Texas”, señala el reporte de Banxico.

Sin embargo, en el periodo enero-marzo el rubro de manufacturas, excluido el equipo de transporte, mostró un crecimiento trimestral apoyado en incrementos en los subsectores de fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón, de componentes y accesorios electrónicos, de equipo de computación, comunicación, medición y otros equipos, y de maquinaria y equipo.

El contexto regional

En el caso de la región Norte, además de las disrupciones en el suministro de semiconductores y de gas natural y electricidad, los directivos empresariales consultados señalaron como principales factores limitantes para la actividad, la escasez de insumos y las alzas importantes en los precios de las materias primas, tanto a escala local como internacional, principalmente en las industrias química, metálica básica y del plástico.

Por su parte, en la región Centro Norte, la actividad de la industria electrónica se vio afectada por retrasos en la entrega de insumos ante problemas logísticos en las cadenas de suministro. De igual manera, directivos empresariales de la fabricación de sistemas de generación de energía eléctrica indicaron que el desabasto de motores y otros productos de acero limitó su volumen de actividad.

Los directivos entrevistados en el sector de autopartes señalaron como factor de impulso las exportaciones de arneses y válvulas para motores de camionetas pick-up hacia Estados Unidos, ya que algunas armadoras tendieron a concentrar su fabricación en este tipo de vehículos como respuesta óptima al hecho de que el desabasto de semiconductores no les permite producir todos los tipos de vehículos.

Asimismo, en la fabricación de transmisiones y sistemas de consumo de gasolina refirieron que su demanda fue favorecida por mayores pedidos por parte de los fabricantes de autos híbridos, y por la relocalización de líneas de producción de Europa y Asia hacia entidades federativas de la región Centro Norte.

“De manera similar, la relocalización de líneas de producción de equipo médico de Asia hacia la región benefició a empresas de la industria electrónica. Finalmente, en la fabricación de equipos de generación eléctrica, las fuentes consultadas indicaron que, como consecuencia de los cortes de energía eléctrica experimentados en febrero en distintas entidades federativas, se incrementó la demanda de equipos de soporte”, señala el reporte de Banxico.

En el caso de la región Centro, los directivos consultados en las industrias metálicas básicas comentaron que el volumen de actividad fue favorecido por el proceso de recuperación del sector industrial en Estados Unidos, que impulsó las exportaciones de productos de acero. Asimismo, fuentes entrevistadas en la fabricación de tractocamiones señalaron un aumento de las exportaciones de unidades destinadas al transporte de mercancías en ese país.

La actividad de la industria automotriz de esta región se vio beneficiada por las mayores compras de automóviles de lujo, que influyó de manera positiva en la producción de cuero y piezas de plástico para interiores.

Finalmente, para la región Sur, los directivos entrevistados mencionaron como factores de impulso en las industrias metálicas básicas y de materiales para la construcción, el avance en la construcción de la refinería Dos Bocas, del Tren Maya y del corredor interoceánico del istmo de Tehuantepec.

También refirieron una mayor demanda de tubos de acero para la minería petrolera de Estados Unidos como consecuencia de las mejores cotizaciones del petróleo y, a finales del trimestre, por las inversiones asociadas a la rehabilitación de los daños de la infraestructura energética debido a la ola de frío que afectó el sur de Estados Unidos.

Redes regionales y vinculación nacional

De acuerdo con Manuel Montoya, presidente de la Red Nacional de Clústeres de la Industria Automotriz, el clúster es un vinculador por excelencia: “El papel del clúster es vincular, traer a las transnacionales que buscan proveedores y acercar a los proveedores. Un clúster debe conocer la cadena de proveeduría de su región, conocer sus capacidades y, al mismo tiempo, las necesidades de las grandes empresas transnacionales. El clúster va a ser el catalizar para ese match”.

El directivo agregó que el clúster por excelencia es regional y el modelo que están desarrollando es una red de clústeres: “Entre regiones colaboramos, pero cada región tiene su clúster. Cada clúster se vuelve un nodo y luego va a haber oportunidades en el ámbito nacional, donde la red sirve como conector”.

En este sentido, Antonio Velázquez, director general del Aeroclúster Querétaro, agregó que el clúster es un gran conector de personas, ideas, procesos, empresas y necesidades para construir algo mejor en la industria.

“Un clúster no es un parque industrial, no es estrictamente una zona geográfica, no es una empresa, sino una asociación que busca desarrollar proyectos”, explicó Velázquez.

Agregó que cada clúster, desde su región, busca posicionar sus capacidades: “Todo lo que podemos hacer desde las personas, las empresas, los gobiernos, la academia, los centros de investigación, impulsando el gran objetivo que es el desarrollo de nuestra región y del país”.

El directivo precisó que, luego de la pandemia, tuvieron que ajustar el trabajo del clúster y uno de los principales aspectos fue pasar de la triple hélice a la quíntuple hélice.

“A partir de 2021 vamos a integrar a startups y emprendimientos empresariales o que promuevan la tecnología aeroespacial, así como aceleradoras que ayuden a crear estas nuevas empresas. De igual manera, vamos a incorporar agentes que sirvan para la obtención de capital y la banca de desarrollo”, indicó Velázquez.

Las principales iniciativas para impulsar el desarrollo de la industria en la región, agregó Velázquez, son el apoyo a las cadenas de suministro, a las pymes aeroespaciales, al talento y el empleo, a programas de entrenamiento y cuidado del empleo, así como a promover la innovación y el desarrollo de la ciencia y la tecnología.

Al respecto, Claire Barnouin, directora ejecutiva del Monterrey Aeroclúster, señaló que el entendimiento del tejido empresarial, académico y de los apoyos gubernamentales en cada región son aspectos clave que cada clúster debe tener, dominar y saber articular.

“A raíz de la transformación profunda que sufrimos en 2020, derivada de la pandemia y su impacto en la industria, estamos centrando nuestros esfuerzos en tres ejes de trabajo: el primero es el impulso a las ventas, el segundo es de compras estratégicas y generación de ahorros, y el tercer eje es la vinculación y la comunicación”, precisó Barnouin.

Para Tomás Sibaja, presidente del Clúster Aeroespacial de Baja California, se debe partir de la base de potenciar las áreas de especialidad en cualquier sector.

“De entrada, el clúster es un ente que busca ser el referente de una industria en particular a la que pretende representar o apoyar. ¿Cómo te califican las empresas, tanto extranjeras como nacionales, en términos del potencial que ofertas? Es la certidumbre, como todo negocio, que te da el poder crecer en esa región. La clusterización te permite tener información de primera mano de los expertos o especialistas, que muchas veces le ayudan a la misma política pública a desarrollar esfuerzos conjuntos”, señaló Sibaja.

Agregó que, luego de la pandemia, se enfocaron en el tema de materiales compuestos y en trabajar de la mano con 15 universidades de la región, con las que tienen convenios para desarrollar talento humano de cara al futuro.

Perspectivas de recuperación

De acuerdo con el reporte de Banco de México, se anticipa que la recuperación de la actividad productiva continúe en todas las regiones, aunque a un ritmo diferenciado. El organismo refiere que, en este proceso de recuperación, el ritmo de avance en la aplicación de las vacunas contra COVID-19 seguirá siendo un elemento fundamental durante los próximos trimestres.

Asimismo, señala que aquellas regiones más vinculadas con la economía de Estados Unidos seguirán beneficiándose de la importante recuperación que se anticipa en ese país como consecuencia, en buena medida, de los estímulos implementados en esa nación”.

El documento de Banxico detalla que, para apoyar la recuperación e impulsar el crecimiento a largo plazo de las economías regionales es importante fomentar condiciones de certidumbre para la inversión y la actividad productiva.

En este sentido, Ernesto Sánchez Proal, secretario de Desarrollo Económico de Jalisco, refirió que se contemplan dos grandes oportunidades de negocio para el país, la primera de ellas el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC): “Brinda una gran opción para los proveedores nacionales debido a que el contenido regional de las cadenas productivas se incrementará hasta 75 %, lo que obliga a las empresas a comprar mayor cantidad de insumos dentro de los tres países del tratado, siendo los proveedores instalados en México los más beneficiado por sus costos y calidad”.

Agregó que la otra gran área de oportunidad es la guerra comercial entre Estados Unidos y Asia, materializada por la imposición del 25 % de aranceles por Estados Unidos a productos chinos, lo que ha incentivado a empresas chinas a ver en México una opción para la manufactura de sus productos con destino final a Estados Unidos.

Al respecto, Manuel Montoya indicó que la colaboración es una herramienta clave para que las empresas grandes y pequeñas, así como las instituciones académicas y de gobierno puedan aprovechar estas oportunidades, colaborar y conocer sus mejores prácticas.

“En esta sinergia que se da entre instituciones y organizaciones todos aprendemos y elevamos el nivel de competitividad de la región, pero también es importante integrar a las empresas locales. Tenemos que incrementar el contenido regional de lo que se produce en México”, señaló.

Montoya agregó que hoy existe una gran oportunidad para las empresas de México de acercarse a otros nodos de oportunidad que existen: “Los clústeres podemos ser un buen catalizador para ello”.

Por su parte, René Espinosa Terrazas, presidente de la FEMIA y expresidente del Clúster Aeroespacial Chihuahua, precisó que un clúster tiene la gran responsabilidad de identificar las necesidades, con el fin de alcanzar una integración como empresas en un mismo sector.

“Y cuando empezamos a identificar dentro del clúster esas necesidades, entonces podemos ser un motor que centraliza la opción de capitalizar y satisfacer esas necesidades. Los clústeres toman un rol importante en la sustentabilidad de la industria, en el desarrollo a futuro y en el que las empresas que ya están puedan seguir creciendo”, agregó. 

Espinosa puntualizó que, si bien cada clúster representa una región, el clúster más importante es México.