Taller de prototipos prospera gracias a software CAM

Se necesita un tipo especial de persona para resolver los problemas de todos los demás. En el mundo del mecanizado CNC, eso es exactamente a lo que Brian Kippen, CEO de KAD, ha dedicado su negocio: prototipado de partes mecanizadas para algunas de las empresas más grandes del mundo.

Para Kippen, el tiempo dedicado a la creación de prototipos no es una carga, sino su pasión, que le ha permitido a KAD crecer hasta tener dos sedes para atender mejor a sus clientes en todo el país.

Específicamente, el taller se diferencia en el trabajo que requiere no solo una entrega rápida, sino también la fabricación de partes de calidad sin pasar semanas ajustando el proceso de manufactura. Muchas de las empresas que aprovechan la agilidad del taller producen sus propias partes internamente, pero necesitan capacidad adicional con poca antelación o no tienen la posibilidad de asumir una corrida corta de partes.

Como dice Kippen, el objetivo es “hacerlo una vez y hacerlo bien”. Para Kippen y su equipo, esto funciona porque la pasión por la creación de prototipos va de la mano con la pasión por la programación. “No construimos la empresa como operarios, la construimos como programadores”, dice.

Por supuesto, el camino hacia una oficina de prototipos de primer nivel no se allanó solo con la pasión. Durante una entrevista reciente, Kippen nos explicó no solo la mentalidad, sino también las herramientas de software y las estrategias que están detrás del éxito del taller. Tres de las más importantes están relacionadas con la rapidez de los presupuestos, el énfasis en la programación y el cuidado en la selección de los trabajos. Aquí hay más información sobre cada uno de estos puntos:

1. Automatización de vanguardia

Kippen se inició en la industria del mecanizado cuando vivía en la zona de la bahía de San Francisco, donde empezó a trabajar en un taller de mecanizado en 2009. No pasó mucho tiempo antes de que sus intereses se ampliaran y empezara a aprender sobre la programación del negocio.

Kippen se quedaba hasta tarde y trabajaba entre las jornadas para perfeccionar sus conocimientos de CAM y su experiencia en el mecanizado. Solo pasó un par de años antes de que él y un socio comercial, que fue comprado en 2014, iniciaran KAD Models en 2011.

Cuando el taller comenzó en la costa oeste, buscó mantener un ritmo de envío de cotizaciones de partes entre tres y cinco horas. El taller se esfuerza por mantener ese ritmo hoy y desde entonces se ha convertido en un sello distintivo del servicio de KAD, dice Kippen, tanto en San Francisco como en las instalaciones más nuevas en Vermont.

La capacidad del taller para cotizar rápidamente se basa en el software de cotización de Paperless Parts. Dentro de este software, el taller cuenta con un análisis automático y por adelantado de los diseños que los clientes envían directamente a través del sitio web de la compañía para obtener información sobre asuntos de precios y problemas de fabricación, como las piezas que son imposibles de fresar o los componentes que no se acoplan realmente.

De hecho, Kippen atribuye al software un ahorro de aproximadamente 75 horas al mes en trabajo administrativo, ahorro que se incrementa por los ingresos adicionales derivados de la producción de piezas adicionales en el taller.

2. Configuración del taller para CAM

El área de oficinas de la instalación de Vermont todavía refleja su herencia como taller de reparación de tractores, con varios ganchos y marcas a lo largo de las paredes donde se mantenían las correas de motores en stock y bancos de trabajo robustos, hechos para trabajos de reparación. Sin embargo, lo primero que se observa al entrar por la puerta principal es el banco de estaciones de trabajo para los operadores. Como un reflejo del énfasis del taller en la programación, cada una está equipada con herramientas de alta calidad para el trabajo: una potente computadora de escritorio y un monitor grande. Para facilitar la concentración necesaria en este trabajo, Kippen también insiste en que la programación debe realizarse en la oficina y fuera del taller tanto como sea posible.

En cuanto a las herramientas de software, KAD tiene opciones. Kippen prefiere programar partes en Surfcam, de Hexagon, dada la velocidad con la que puede trabajar después de usar el software durante más de 10 años. Sin embargo, el resto del equipo utiliza Fusion360, de Autodesk, para programar partes y aprovechar rutinariamente la robusta función de simulación integrada en el programa, una característica a la que Kippen recurre con poca frecuencia.

3. Un enfoque con discernimiento

Quizá el aspecto más difícil de programar para el CAM sea la interpretación de las dimensiones, dice Kippen. Con la diversidad de proyectos que pasan por el taller, el número de sistemas de acotación, y la “sopa de letras”, como la llama Kippen, hace que la programación sea lenta, ya que el operador interpreta los distintos sistemas y técnicas de llamada que aplican otros talleres. Con frecuencia, el taller encontrará tolerancias imposibles de mantener debido al diseño de la parte o que no tienen en cuenta otros requisitos, como el galvanizado.

Dejar tiempo para resolver tales problemas requiere un enfoque perspicaz. Por ejemplo, el equipo desconfía de los planos 2D, no solo porque deben traducirse a modelos 3D para los programadores CAM, sino también porque ese trabajo puede ser más largo y costoso de lo que parece inicialmente.

En muchos casos, estos planos son muy complejos o carecen de información suficiente para construir un modelo sólido. En estas situaciones puede ser mejor no cotizar el trabajo. Como en el caso del software de cotización, el efecto neto de enfoque es liberar tiempo para hacer lo que el equipo de KAD hace mejor: programar partes.