En EMO la sostenibilidad entra en escena

En la EMO 2023 de Hanóver el tema de la sostenibilidad tuvo un papel protagónico. De hecho, casi el 70 % de los asistentes a la feria consideró el medioambiente como uno de los temas principales que la industria debe afrontar.

Precisamente, Ceratizit fue una de las empresas que se destacó en EMO con la introducción de la primera Norma de Huella de Carbono de Producto, PCF (Product Carbon Footprint Standard) para productos de carburo.

Norma de huella de carbono de producto en la industria: una necesidad imperante

El PCF es un hito importante porque les permite a los usuarios de las herramientas calcular su huella de carbono corporativa con mayor precisión y disponer de una base para establecer estrategias que reduzcan sus propias emisiones.

Esta situación está dentro del contexto del objetivo de la Unión Europea (UE) de alcanzar el cero neto de emisiones para el año 2050. El cero neto significa que los países de la comunidad europea ya no podrán emitir gases de efecto invernadero, pero no implica que se prohíban completamente las emisiones, pues en determinados sectores no pueden evitarse.

Sin embargo, estas emisiones deben compensarse, por ejemplo, mediante medidas técnicas o basadas en la naturaleza para eliminar el CO₂ de la atmósfera. Para ello, la Unión Europea exige responsabilidades a las empresas con el fin de lograr los objetivos climáticos.

A muchas empresas les preocupa la cuestión de cómo pueden ahorrar energía o generarla ellas mismas para reducir sus emisiones de CO₂ y pocas son conscientes del potencial de ahorro que reside en la adquisición de ciertos consumibles, como en el caso de las herramientas.

Un ejemplo son las herramientas de corte fabricadas con carburo. Su producción genera emisiones comparativamente elevadas de gases de efecto invernadero, en especial por la extracción de materias primas como el wolframio y el cobalto.

Uso de herramientas fabricadas con carburo para ahorro energético

El reciclado de herramientas viejas permite reducir considerablemente las emisiones. Sin embargo, falta un modelo de cálculo completo y coherente que permita evaluar la huella de carbono de una herramienta y que les permita a los usuarios compararla con productos de diferentes fabricantes.

Así, Ceratizit presentó una forma clara y eficaz para que las empresas cumplan los objetivos climáticos de la UE mediante la clasificación de la Huella de Carbono de Producto (PCF) para herramientas fabricadas con carburo.

El PCF significa que se expone la huella de CO₂e individual de cada producto del portafolio de Ceratizit. Este valor se asigna a una de las seis clases que creó la empresa (A a F), de forma similar a la escala alfabética para el consumo de energía de los electrodomésticos.

De acuerdo con la empresa, conocer el PCF exacto es una clara ventaja para los usuarios de las herramientas y puede integrarse en cualquier hoja de datos del producto o documento de venta. Esa información les permite a los clientes controlar y documentar mejor sus medidas para reducir las emisiones de CO₂.

Reciclado de herramientas viejas y reducción de emisiones: un modelo a seguir

La experiencia demuestra que a las empresas les gusta empezar con medidas iniciales en las que las emisiones pueden reducirse con poco esfuerzo en términos de costos y conocimientos técnicos. Y aquí entra en juego el servicio PCF de Ceratizit. Con cada pedido, el cliente recibe información sencilla y clara sobre las emisiones asociadas para que pueda comunicarlas y aprovechar los ahorros potenciales.

Pero, ¿qué es el dióxido de carbono? El CO₂ es el gas de efecto invernadero más conocido y, con diferencia, el más emitido, pero no el único. Gases como el metano también contribuyen al efecto invernadero, y su efecto es a veces mucho mayor que el del CO₂. Por ejemplo, el metano que emiten los animales en la agricultura es 28 veces más perjudicial para el clima que el CO₂.

En la industria, el PCF se calcula a partir de las huellas de carbono de las materias primas más las huellas de carbono de los procesos de producción implicados, cada uno ponderado por los factores de eficiencia desde la materia prima hasta el producto acabado. El resultado es la huella de CO₂ por kilogramo de este producto concreto.

El método de cálculo se ajusta a la norma ISO 14067:2018 y ha sido reseñado de manera crítica por la empresa especializada en sostenibilidad, denkstatt, miembro de Inogen-Environmental Alliance.

¿Cómo se calcula el PCF? Dado que el cálculo manual es completamente imposible para los más de 100,000 productos de Ceratizit, la fórmula se almacena en el software de gestión de recursos empresariales de la empresa, en este caso SAP, y se alimenta con información de una base de datos de materiales. De este modo, el PCF se calcula automáticamente para la mayoría de los productos.

La escala de clasificación realizada por Ceratizit para el cálculo del PCF está dividida en seis niveles, de la A a la F. Abarca tanto las herramientas estándar, cuyas emisiones suelen ser >50 kg CO₂e/kg, como las herramientas con una cierta proporción de material reciclado, que se clasifican en las clases B a E.

La categoría más alta, con 0 a 5 kg CO₂e/kg de producto, la alcanzan ahora principalmente las herramientas fabricadas con un 100 % de material reciclado.

Ceratizit pone este escalonamiento a disposición de todas las empresas que deseen utilizarlo como método de cálculo, para su divulgación. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que no es inamovible y que puede cambiar con el tiempo. El uso de esta clasificación es gratuito y, para garantizar la comparabilidad de los resultados, las empresas deben utilizar el mismo método de cálculo.

Ceratizit publicará próximamente un documento en el que se explicará con más detalle el método de cálculo para facilitar el uso de la clasificación. Propondrá un diseño fijo que otras empresas podrán personalizar con su logotipo en la parte superior y un código QR en la parte inferior, de manera que los interesados obtengan más información sobre el PCF.