El mercado de la tecnología para la manufactura en América Latina

El mes pasado tuve la oportunidad de visitar varias exposiciones de tecnología para la manufactura en los mercados, que además de México, son los principales consumidores de tecnología, productores de bienes duraderos y cuyas economías están en búsqueda de fortalecimiento y crecimiento continuo. ¿A quién no le gustaría estar en contacto con las economías que a mediano plazo requieren arriba de 5 mil millones de dólares en maquinaria y equipo?

Me gustaría comenzar por las observaciones del mercado de consumo de maquinaria brasileño. Como todos ustedes deben saber, la economía de Brasil no está pasando por sus mejores momentos, más no por ello el entusiasmo de la industria de manufactura así como la de los fabricantes está en decadencia. Es una realidad que los 210 millones de ciudadanos de este país tienen interés en seguir recibiendo bienes y servicios, preferentemente manufacturados localmente para que los lleven a mayores niveles de comodidad y bienestar. Aquella nación,  aún con su situación de no crecimiento, es un gran productor de vehículos y productos de línea blanca; es la economía con el mayor, si no único productor latinoamericano de aviones, y tiene nichos de mercado manufacturero que siguen prosperando. Nichos como equipos médicos, aeronáuticos, agrícolas, bienes de consumo, además de la industria del plástico. Es por ello que en las dos ferias que asistí, Feimec y Feira da Mecánica, se observó un “buzz” y especial interés de los fabricantes por exhibir soluciones orientadas a las necesidades del mercado y a fortalecer el nuevo mercado de exportación, que está en franco crecimiento.  No es fácil reunir más de 100,000 visitantes entre los dos eventos, en momentos en que la coyuntura económica no es del todo favorable. Sin embargo, aún con la situación descrita, se consiguió.

La convicción de planeación a largo plazo de los fabricantes de maquinaria se observó al acercar a la comunidad de la industria a áreas llamadas “Centros de Innovación” o muestras de tecnologías emergentes, desde Aditivo y 3D, hasta lo último en sistemas de formado y fabricación. Ambas ferias las catalogo como industriales, ya que presentaron la solución integrada a un proceso tecnológico, asegurando que el manufacturero encuentre en ellas el grueso de sus necesidades de modernización en el proceso de transformación. Compañías miembros de la AMT mostraron su interés y lo último en soluciones para la manufactura. Es así como Flow, George Fischer, Prima Laser, Omax, Mazak, Hexagon, Heller, Fanuc, Romi, Kuka, Staubli, Sprit, Rego-Fix, Grob, Trumpf, Carl Zeiss, Index, Murata, Gleason, Makino, por nombrar algunas, decidieron mostrar sus capacidades y apoyar a la industria local para posicionarle a futuro.

En el caso de la Argentina, fui gratamente sorprendido por la calidad y el crecimiento aparente de su feria FIMAQH, que contó con la asistencia de más de 30,000 visitantes, todos ellos en la búsqueda de fortalecer la cadena de proveeduría y, de esa forma, apoyar a la industria de la transformación argentina y brasileña, ya que el fenómeno de interdependencia entre ambas economías es bien reconocido por la industria.

Fue refrescante caminar una feria donde la gama completa de máquinas-herramienta fue exhibida, desde conformación hasta arranque de viruta, sin olvidar los equipos periféricos que son determinantes en la buena utilización de los bienes intensivos en capital y las iniciativas “lean”.  FIMAQH se llevó a cabo en “Tecnopolis” un centro de exposiciones que es el mejor escenario para la demostración y operación de equipos de transformación, ya que en el mismo parque se muestran las otras industrias determinantes a la economía Argentina. De nueva cuenta, el industrial argentino está comprometido y entusiasmado con la nueva vertiente de inversión y potencial crecimiento, así como con los cambios en la estrategia económica de la nueva presidencia. En conversaciones con la Asociación Argentina de Fabricantes de Autopartes, se observa un entusiasmo y deseo de colaborar con la AMT y sus asociados para acercar lo mejor de la tecnología a la industria por ellos representada, con sus más de 400 plantas en el país austral.

En conclusión, las oportunidades para la comunidad de manufactura de las Américas son vastas. Las economías que conforman el mayor consumo de maquinaria están en crecimiento modesto como es México, en franca recuperación como es Argentina o tomando las acciones para la retomada del crecimiento, como es el caso de Brasil. El mercado y el bono demográfico son notables en dichas economías. ¿Quién no busca atender a un mercado de más de 350 millones de personas donde la mayoría son consumidores potenciales y están en busca de lo mejor de la tecnología?

Es por ello que los esfuerzos de la AMT seguirán encaminados a ser un catalizador y colaborador entusiasta para asegurar que las soluciones tecnológicamente avanzadas lleguen a esas economías y ayuden a que la nueva norma sea productividad, implementación de disciplinas “lean” y soluciones de clase mundial, con la inversión que más sentido haga a cada geografía.