“Creatividad para mejorar y no para evitar procesos”: Agustín Martínez, Metalmod

Agustín Martínez Corona es el director y propietario de Metalmod, un taller de trabajos dedicado a la manufactura de componentes de precisión para las industrias automotriz, eléctrica y médica. Agustín nos habla sobre sus inicios en el mundo metalmecánico, los retos de su empresa y las expectativas que tiene frente al futuro de la industria en México.

Eduardo Tovar: ¿Cómo te iniciaste en el mundo metalmecánico?

Agustín Martínez Corona: mi inicio en el mundo metalmecánico realmente fue una herencia. Nací en ese medioambiente. Mi padre vivía y respiraba su pasión por los fierros, y aunque no se graduó como ingeniero, era máster en muchas especialidades. Entonces, nuestros fines de semana, vacaciones o tardes aburridas las pasábamos dentro del taller. Mi primer recuerdo es estar, tal vez a los cuatro o cinco años, dándole avance a un cepillo, que aunque tenía automático, mi ‘pa’ me puso sobre un banquito de madera para que alcanzara la palanca. También me ponía a pulir moldes hasta que oliera a cebolla. Por supuesto, un niño como yo, en ese entonces, se la pasaba preguntando si ya podía acabar de hacer esas tareas. Así nací en la metalmecánica. No hay manera de agradecerle tantas enseñanzas a mi padre, aunque se fue de nosotros muy temprano.

ET: ¿Cuáles han sido los mayores retos para seguir adelante con su empresa?

AMC: Creo que cada día es uno diferente, desde tener el valor de abrir los ojos y levantarte a buscar cómo solucionar algo que parece imposible e imbatible. Por supuesto, al día siguiente parece algo sencillo y en ocasiones no sabes cómo lo lograste. Vencerte a ti mismo es el mayor reto para hacer cosas diferentes y lograr resultados distintos. Vencer el miedo y sacar coraje de la nada, luchar por naturaleza.

Las regulaciones, el personal, la falta de tecnología, la competencia, la carencia de recursos, la deslealtad de los clientes, cada cosa que se presenta día a día es un reto. ¡Pero el mayor es vencerte a ti mismo!

ET: ¿Qué les falta a los talleres y empresas de manufactura mexicanos para estar en un mejor nivel para competir internacionalmente?

AMC: Definitivamente, capacitación. La educación en México para nuestro sector es precaria, de mala calidad. Me causan risa los logros del gobierno del sistema dual, mal copiado y aplicado. Recursos desperdiciados. Tenemos que capacitar a nuestro personal con nuestros recursos limitados, pero con entusiasmo y desesperación. No es fácil, precisamos crear sistemas que deberían ser universales. Mi padre hablaba de no inventar el hilo negro o el agua tibia y en México seguimos igual. Por falta de capacitación tenemos que crear sistemas a prueba de pensamientos diferentes, cuando en otras culturas no es necesario. Así como la educación, necesitamos un cambio de cultura para que nuestra fama de ser muy creativos sea enfocada en cómo mejorar y no en cómo evitar procesos, procedimientos o reglas. Eso hará diferencia, seguimos en la lucha.

ET: ¿Qué cambios han tenido con la pandemia y cómo los han afrontado?

AMC: ¡Qué complicada situación!, pero nos ha hecho más fuertes. Más disciplinados. Hemos tenido que adaptarnos, desde soportar durante el turno de trabajo un cubrebocas y careta, el distanciamiento social, la baja productividad derivada de venir de tiempos de baja producción, que provoca relajación en todo, y tener que reinventarnos, darnos cuenta de lo que hacemos mal y generar proyectos de mejora continua que nos hagan más eficientes. Hacer más con menos, ser más competitivos y no conformarnos. El incremento en precios de materias primas y la escasez de ellas. Los cambios y fallas en la logística nos hacen más creativos, pero también más analíticos, disciplinados y menos laxos en todos los aspectos. Con la coyuntura ha surgido la oportunidad de mejora y de tiempos creativos. Tiempos de hacer equipo, de capacitar, de reinventarnos y luchar, tiempos de sobrevivir y demostrarnos de qué madera estamos hechos.

ET: ¿Cuáles son sus proyectos a futuro?

AMC: La situación actual nos ha hecho pensar en ser más estratégicos, diversificar mercados, dejar clientes que te permiten utilidades marginales, dejar de ser una compañía familiar para ser una compañía con principios corporativos, hacer planeación estratégica. Buscar producto propio es un reto difícil, que no hemos logrado, pero no perdemos la esperanza… Conseguir que el sueño de mi padre y de la familia se consolide en dar seguridad, prosperidad, y luchar por cada uno de los asociados de Metalmod. He logrado que ese sueño, que comenzó como un tallercito de unos cuantos metros cuadrados, trascienda y permita una vida mejor para cada uno de los que aquí trabajamos día a día y que, aunque salimos molidos en ocasiones, regresamos a pelear el siguiente round. Tenemos fe en que lograremos nuestro sueño.

ET: Si pudieras hacer algún cambio para mejorar la industria del país, ¿cuál sería y por qué lo harías?

AMC: Parece un sueño que a nadie le importara, pero estaría basado en la educación especializada. Cuando conocí la educación en Alemania, quedé asombrado. Desearía que tomáramos como ejemplo a Estados Unidos, Costa Rica y Colombia, que son casos que conozco. Nos llevan camino andado.

¡Nos urge educación especializada de calidad! Urge cultura en nuestro personal. Los japoneses y los alemanes dan por hecho cosas que aquí parecieran algo imposible: ¡cultura!