Los fabricantes deben aumentar rápidamente la producción a niveles récord, con productos más complejos que nunca y con la mano de obra menos experimentada en décadas.
Fuente: Modern Machine Shop México
De acuerdo con el reporte “Why flow matters most in highly complex manufacturing”, elaborado por la firma McKinsey & Company, satisfacer la demanda es un reto cada vez mayor en la manufactura compleja.
“Los fabricantes de productos de alta complejidad, como las empresas aeroespaciales, los astilleros y los fabricantes de equipos industriales están experimentando una demanda sin precedentes de clientes impacientes, pero también se enfrentan a grandes retos a la hora de aumentar la producción para satisfacerla”, indica el documento.
El reporte detalla que los productos de estas empresas son cada vez más complejos de manufacturar, ya que los diseños han evolucionado a lo largo de las décadas, añadiendo nuevas funciones y requisitos adicionales a las plataformas heredadas.
Agrega que los elevados niveles de configurabilidad de los clientes complican aún más las operaciones de manufactura, ya que pocos productos se construyen exactamente iguales.
“Las empresas también se enfrentan a problemas de mano de obra, ya que muchos de sus trabajadores más experimentados están llegando a la edad de jubilación y su sustitución se ve limitada por las largas curvas de aprendizaje y tiempos de certificación”, explica el documento.
El informe puntualiza que el reto al que se enfrentan es enorme: los fabricantes deben aumentar rápidamente la producción a niveles récord, con productos más complejos y con la mano de obra menos experimentada en décadas.
La manufactura de alta complejidad
El reporte explica que la manufactura de alta complejidad es fundamentalmente diferente por tres razones principales.
La primera son los tiempos de ciclo, que tienden a ser mucho más largos, variables y difíciles de medir. En segundo lugar, cada pieza del trabajo en curso puede tener un camino único hasta su finalización debido a requisitos de configuración especiales, retrabajo o la necesidad de soluciones de ingeniería, y cada camino puede cruzarse con otros caminos de forma inesperada.
Y, en tercer lugar, la producción requiere un alto grado de coordinación interfuncional, con transferencias sincronizadas entre ingeniería, calidad, transporte y otros grupos.
El reporte puntualiza que los fabricantes pueden superar estos retos replanteándose su enfoque del lean.
“En las fábricas tradicionales, las herramientas lean suelen aplicarse a los pasos del proceso, los activos y las personas para descubrir los residuos que limitan la productividad en los cuellos de botella. La manufactura compleja, sin embargo, se ve limitada por el flujo: el tiempo de ciclo de extremo a extremo que se tarda en mover el trabajo en curso a través de la producción”, explica el documento.
Por lo tanto, la aplicación de estas herramientas al flujo de trabajo en curso, en lugar de a la productividad de los activos o la mano de obra, es mucho más eficaz para descubrir y priorizar las fuentes de residuos, a menudo cambiantes.
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